¡Volvemos en septiembre!

¡Buenos días seguidores de Preciosa Serendipia!

No he desaparecido del mapa, creedme. Simplemente necesito desconectar en este mes de agosto, para así volver en septiembre con las pilas recargadas.

 Septiembre es un mes que siempre me ha encantado. Para mí, es como volver a renacer en la recta final del año: la vuelta al cole, los nuevos propósitos, la vuelta a la rutina, pero con nuevas ilusiones.

 Hoy me gustaría haceros reflexionar sobre la importancia de tener una buena salud mental. A raíz de la retirada de la atleta estadounidense Simone Biles se generó un enorme debate sobre el tema. A mí me parece que la decisión de esta atleta es de una enorme valentía.  Como muy bien dijo Simone, No estoy lesionada, simplemente tengo una herida en mi orgullo.

Esto nos debe hacer recordar el lema Mens Sana in corpore sano. Cuando yo sufrí la depresión postparto, mi psiquiatra me dijo unas palabras que nunca olvidaré: una enfermedad mental está compuesta por factores que nosotros no podemos controlar. Cuando alguien se rompe una pierna, lleva una escayola. Pues esto es igual. Hay algo que no funciona y necesitas un tratamiento para mejorar.

 ¡ Cuánta razón! Y es que uno no elige estar mal. Y cuando tu mente no funciona como toca o necesitamos hablar  para descargar nuestra mochila emocional, nadie mejor que un buen psiquiatra. Porque no pasa nada por ir a un psiquiatra. Quizás sí que pase algo por no ir cuando deberíamos.

  Dani Martin, es uno de los artistas de nuestro país que habla abiertamente sobre la salud mental, y me encanta. Me quedo con una reflexión suya de instagram del pasado 11 de junio:

Estaba en la playa, pero hoy he cogido un avión. Hacía mucho que no me subía a uno, sobre todo para ir a un lugar maravilloso: el lugar donde en estos momentos de mi vida me siento mejor, más yo, más tranquilo, más feliz.
Es un lugar donde me encanta hablar y donde me abro en canal. Es silencioso, cómodo, a veces paso calor, me emociono, conecto con mi infancia, con mi tristeza, con mis carencias, mis errores: a día de hoy es mi paraíso.
Merece la pena encontrar lugares donde uno se siente que está trabajando y aprendiendo, tengo mucho que aprender de mí aún, así que seguiré cogiendo aviones para ir a ese puto paraíso del que os hablo.
Se llama psiquiatra. Es un gimnasio donde la cabeza y las emociones se equilibran, se deshacen nudos, conoces de dónde vienen muchas cosas.
Donde aprendes a ser quien eres o, al menos, lo intentas. Donde aceptas, donde asumes, donde soy feliz.
Yo voy al psiquiatra, tal vez pueda servirle a alguien. No me considero ni referente, ni alguien que intente influenciar ni contar qué debe hacer cada uno en su vida, ni historias de esas. Tampoco me he comido a Buda, ni he dejado de ser el ser errante que soy. Tampoco tengo ninguna enfermedad mental diagnosticada, ni busco apoyo con este texto, sólo soy alguien que hoy vomita esto aquí porque así me ha salido al subirme al avión. 

   No puedo sentirme más identificada con esta reflexión. Simplemente Preciosa. Quiero mandar un saludo a todos los psiquiatras del mundo que, para mí, nos ayudáis en las enfermedades del alma. ¡ Mil gracias!

 

Imagen de pinterest

  Hoy me despido de vosotros       justamente con una canción de Dani     Martín que me enamora. Qué bonita   manera de recordar a su hermana y, a   la vez, una terapia para el  alma.   Espero que os guste. ¡Disfrutadla!    ¡Feliz verano! Nos vemos en   septiembre.

               Namasté.

    Vanesa Blamco Santiuste