sábado, 11 de julio de 2020

El silencio de las sirenas


Corría el año 2004 y acabábamos de empezar nuestra relación de amor, después de 3 años de amistad epistolar, en los que las cartas fueron testigo de una distancia emocional cada vez más corta e intensa.  Guardo como oro en paño aquel primer libro que me regalaste, El silencio de las sirenas, con una dedicatoria preciosa que se quedó prendada en mi corazón.


El silencio de las sirenas es una historia de amor obsesivo, soñador, irracional, que no distingue entre realidad y ficción, llevada hasta el extremo.
Su autora, Adelaida García Morales, utiliza un lenguaje muy cuidado, con un toque muy descriptivo, lleno de matices que nos hacen imaginar perfectamente el pueblo cercano a las Alpujarras donde transcurre la historia. Utiliza una prosa sencilla y elegante, fluida y muy cuidada, que nos hacen creer que la magia está presente en la vida real.
Además, la escritora alude a reminiscencias literarias, pictóricas y culturales para refrendar ese amor que Elsa siente incondicionalmente hacia Agustín y que le lleva a refugiarse en un mundo idealizado.

La obra está narrada a través de los ojos de María, una profesora que llega a este pueblecito y nos va mostrando poco a poco la historia de Elsa, la gran protagonista de la misma.

El silencio de las sirenas es una obra que ganó el premio Heralde de 1985 y  el Premio Ícaro. Desafortunadamente, Adelaida García Morales, nos dejó en septiembre de 2014 a causa de una insuficiencia cardíaca, a los 69 años de edad. Con esta novela, nos hace reflexionar sobre las claves de la comunicación: emisor, receptor, código, canal, mensaje y contexto. Cuán importantes son estos elementos en las relaciones interpersonales, poniendo un gran énfasis en el contexto, tanto político, social como personal. Quizá este último para mí es uno de los que más relevancia tiene.

Cuando David y yo nos escribíamos cartas de novios, siempre terminaba sus escritos con una frase que a mí me alentaba a seguir adelante: " Aguanta compañera que esto va para largo". ¡ Y vaya si tenía razón! 16 años de relación, 12 de convivencia y 2 niñas preciosas, Ainhoa y Leire, que nos tienen enamorados.

 Esta entrada se la dedico a mi marido David, que hoy es su cumpleaños.¡ Felicidades! Gracias por haberme ayudado a formar esta familia tan bonita. Te quiero.

Namasté

Vanesa Blanco Santiuste.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Si.. los recuerdos perduran en el tiempo,te hacen mas amena la vida,no dejes nunca de leer .
Es lo mas preciado que les puedes enseñar a tus hijas el amor por los libros .Eres un ejemplo de fortaleza .David y tu sois una maravillosa pareja.

Anónimo dijo...

Muy buena reflexión sobre este libro que no he leído, pero seguro caerá este verano. Gracias Vane por compartir esta publicación y tu historia de amor con final feliz!

Vanesa Blanco Santiuste dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.