Cómo hacer que te pasen cosas buenas

Este libro llegó a mi vida por recomendación de mi buena amiga Sonín. Siempre me había llamado la atención por su título y además, sabiendo que estaba escrito por una psiquiatra, tenía ganas de leérmelo. Y la verdad es que me ha maravillado.

Es preciosa la definición con la que Marian Rojas identifica su profesión: la psiquiatría es la ciencia del alma (del griego psiqué, alma, e iatréia, curación). ¡Totalmente de acuerdo! La autora  tiene una gran elegancia en su estilo y utiliza un lenguaje sencillo y cercano para el lector.
 Marian Rojas hace un viaje magistral por el cerebro y nos sumerge en conceptos clave como  el cortisol, la depresión y la ansiedad(las dos enfermedades del siglo XXI por antonomasia), los negaholics, las emociones,  el término offline, la resiliencia y la felicidad.
Marián Rojas creo que pretende con este libro acercarnos un poquito más al funcionamiento del cerebro con el fin de tener una vida más plena. Estoy de acuerdo con la autora en una de las descripciones que ofrece sobre la felicidad: se encuentra en un equilibrio entre mis aspiraciones personales, afectivas y profesionales y lo que he ido poco a poco logrando". 

El año pasado sufrí una depresión postparto que supuso para mí un antes y un después en mi vida. Siempre he sido muy reacia a tomar medicación. Pero en momentos así, hay cosas que no dependen de ti. Llevaba mucho tiempo no sintiéndome bien. Tenía mucha nostalgia de  mi pasado y me sentía muy sola. Hasta que toqué fondo y no había más alternativa que subir a la superficie.

Como dice Marian Rojas, la medicación ofrece soluciones, pero hay otros muchos factores que influyen: el entorno familiar y la actitud del médico.

Yo he tenido la suerte de tener muchas "personas vitamina" a mi alrededor que me ayudaron muchísimo en el proceso de recuperación, desde mi familia, mis amigos y, por supuesto, un psiquiatra magnífico, que siempre ha tenido conmigo "palabras de aliento y una escucha real y verdadera". Si mezclamos todo esto, el elixir del triunfo estaba asegurado.

A día de hoy, sigo yendo a consulta, aunque he de decir que para mí es un auténtico placer asistir a terapia con mi psiquiatra. Jamás me he sentido juzgada y es una persona de gran valor personal y profesional.

Gracias a haber pasado por esta situación puedo decir que hoy soy mejor persona y he logrado encontrar un equilibrio entre cuerpo y mente. 

Durante un período, me daba vergüenza hablar de lo que me ocurrió. Me sentía culpable por haber tenido la depresión y no haberme dado cuenta. No me sentía bien, pero fui aguantando hasta que ya no pude más. Las palabras de mi psiquiatra me ayudaron mucho a ver las cosas de otra forma. Él me dijo: una enfermedad mental está compuesta por factores que nosotros no podemos controlar. Cuando alguien se rompe una pierna, lleva una escayola. Pues esto es igual. Hay algo que no funciona y necesitas un tratamiento para mejorar.

Aquellas palabras me hicieron reflexionar sobre mi enfermedad. El problema es que una enfermedad mental no se ve a simple vista como si te rompes una pierna. No se ve, pero sí que se siente y mucho.

Creo que deberíamos visibilizar y normalizar más este tipo de situaciones y la sociedad debería ser más empática con las "enfermedades del alma".

 Ahora mismo, como dice la psiquiatra Marian Rojas, trato de sacar mi mejor versión. Me suelo 

levantar pronto para hacer ejercicio con María Martínez. Ya la siento como mi monitora personal, porque es genial. Después me pego una ducha y dedico tiempo a mis dos grandes pasiones: leer y trabajar en mi blog, que se ha convertido en un proyecto que me tiene cautivada.

Cómo hacer que te pasen cosas buenas está repleto de reflexiones maravillosas que he ido anotando en mi cuaderno. Y, además , Marian Rojas nos ofrece casos prácticos que nos ayudan a entender mejor los conceptos.
 Me gustaría acabar con una frase que me ha encantado, con la que me siento profundamente identificada: "Las batallas las ganan los soldados cansados; las guerras, los maestros de la fortaleza interior".

Esta entrada se la quiero dedicar al personal de psiquiatría del Dr Peset que día a día hacen una labor magnífica.

                 ¡ Mil gracias!


Namasté.

Vanesa Blanco Santiuste.